0

"Seguir el rastro del dinero" es uno de los objetivos principales de la investigación. Conseguirlo requiere de unidad en los registros, tomar un enfoque amplio y tener variedad documental para contrastar. Esto no se ha cumplido, y aquí se abordan causas y qué implica.

El primer escollo para entrar a valorar los datos económicos es la ausencia de una unidad de criterios o plantillas a seguir para elaborar los apartados de financiación incluidos en los documentos informativos. En la Ley 30/2014 de Parques Nacionales se establece que las administraciones tienen que aportar toda la información "que sea necesaria [...] para el seguimiento y evaluación de la Red", pero no se dan guías concretas de cómo hacerlo (BOE nº 293, p. 99779). Por su pare, el PD habla de que para hacer un debido seguimiento del funcionamiento de la Red se necesita que las gestoras de los PP.NN. señalen la "aportación de recursos" -entre lo que se supone que se engloba a los económicos- o "la ejecución de las actuaciones", entre otros apartados, aunque de nuevo sin detallar una estructura de cómo hacerlo (BOE nº 257, p. 74075). La falta de criterios fijos se extiende a la elaboración de las Memorias por parte del OAPN, que con el paso del tiempo han incluido nuevos datos en sus valoraciones.

 

Las Memorias "en la medida de lo posible presentan la información en series temporales" para tratar de observar tendencias (OAPN, 2019), pero la falta de datos por parte de admnistraciones que no tienen una guía de qué transmitir exactamente, y la incorporación de nuevas cuantías en las comparaciones del OAPN impiden comparar en un contexto lógico los datos en el tiempo. A continuación se muestran ejemplos en los que al Organismo le faltan datos en sus comparaciones, viéndose como en 2010 falta directamente toda información relativa a varios Parques, y cómo en 2012 el grado de detalle varía notablemente de los Parques no transferidos a los que están ya bajo gestión autonómica. Se ha pulido el regristo de cifras conforme los años han avanzado hacia final de década, pero con lo encontrado valorar tendencias desde 2010 es imposible.

*OAPN, 2010, "Cuadro del objetivo 1" y "Datos de seguimiento de objetivos de los Parques no transferidos"

*OAPN, 2012, estractos de "Tabla 38" y "Tabla 42"

INCONGRUENCIA DE DATOS Y TÉRMINOS

INCONGRUENCIA DE DATOS Y TÉRMINOS

Memorias del OAPN y Anuarios de EUROPARC son los documentos que han mostrado datos económicos con el paso del tiempo, aunque ya se ha comentado que adolecen de no ser completos. Si se pone la lupa sobre ellos se encuentran incluso datos que se contradicen entre las distintas instituciones. Esto último es algo que ocurre puntualmente, pero no por ello se deja de resaltar. Así, según los Anuarios para el ejercicio 2012 se habla de 44 millones de inversión en los Parques, mientras que el OAPN resalta 28,5 millones en gasto del organismo más una multitud de datos desagregados que, en cómputo, no se corresponden. Sin olvidar que al hablar de "inversiones", EUROPARC solo está tomando uno de los 7 capítulos que forman los presupuestos, siendo conscientes de que "los datos hay que tomarlos con cautela", además de por la falta de información de los Parques.

 

Son estas "inversiones" a las que alude el reportaje Los parques nacionales españoles han perdido casi el 80% de su inversión desde 2010 (Rejón, 2019). Aunque el titular pueda llevar a equívoco, el porcentaje se refiere a las inversiones reales por hectárea, que sí van de 248 a 54 euros, según EUROPARC. No obstante, eso supone ese recorte en ese parámetro, y no en el total de inversiones, pudiendo distorsionarse esta cifra por la ampliación de algún PP.NN. o por la propia inclusión de Sª de Guadarrama en 2013 a la Red. La reducción real, mirando la inversión total, sería de un 65,6%, yendo de 64 millones en 2010 a 22 en 2019. Más allá, se puede apreciar alguna diferencia entre lo mencionado por el artículo en casos puntuales -habla de 64 millones de inversiones en 2010- y lo publicado por EUROPARC -70 millones para el mismo concepto en el mismo periodo-.

 

Igualmente, inversiones no equivale a presupuesto total. Resaltarlas de forma única es no mostrar la panorámica completa de la situación. El principal problema aquí es que a principios de la década no se presentaban estas cifras completas. Sí se puede ver que en 2014 esa cifra era de 79 millones, y que subió al año siguiente a 100 para bajar a 66 millones en 2016 y estancarse en torno a esos valores hasta los úlimos registros. Los datos posteriores a 2015 sí aparentan más fiabilidad, dados más claramente, repetidos con la misma fórmula durante varios años y compartidos por OAPN y EUROPARC. Más allá de esto, sí parece que el dinero que llega a los PP.NN. ha descendido durante la década, pues se pasa de 70 millones solo en inversiones en 2010 a 66 de presupuesto total en 2022.

NULA AYUDA DE LOS PRESUPUESTOS AUTONÓMICOS

NULA AYUDA DE LOS PRESUPUESTOS AUTONÓMICOS

Ahora bien, si no es posible ver las variaciones presupuestarias entre los distintos años a modo de tendencias temporales, ¿cabe la posibilidad de seguir los movimientos que realiza el dinero en su paso por las distintas administraciones hasta llegar a los Parques? La respuesta es un "no" tajante, arrojando este método muchas menos pistas que los documentos previamente mencionados. Y esto se imposibilita por que, en primer lugar, Presupuestos Generales del Estado y Presupuestos Autonómicos no comparten la misma definición en los programas, y no hay Comunidad Autónoma que comunique qué partida (o partidas) son las que atribuyen fondos a los PP.NN. Si bien los PGE mantienen invariables los programas durante la serie temporal 2010-2020 -dentro de los distintos nombres que ha ostentado el ministerio encargado de medioambiente- y se pueden comparar los datos entre los distintos cursos, luego al revisar las cuentas regionales no hay un lugar concreto al que dirigirse porque las referencias desaparecen.

 

A esto hay que sumar que cada Comunidad Autónoma incluye el dinero destinado a Parques bajo conceptos distintos, a veces irrastreables, o incluso no se indican. Valgan como ejemplo tres casos en los que se afianza esto:

  • Aragón refleja gastos en Ordesa y Monte Perdido a través de dos programas distintos, uno que incluye "subvenciones al área socioeconómica del Parque", y otro con dinero para el consorcio derivado de la declaración del Parque como Patrimonio Mundial. En suma no superan loas 180.000 euros
  • Andalucía financia a través de otro programa diferente la Fundación Doñana XXI y a la Estación Biológica de Doñana, sin ninguna mención explícita a gestión o conservación del Parque.
  • El Cabildo de Tenerife sí incluye en la Política de Medio Ambiente una cifra clara de gasto con el concepto "Parque Nacional del Teide" por 6,7 millones de euros, pero sin desgajar nada más sobre ello.

 

 

 

Con lo expuesto, a nivel presupuestario se puede inferir que:

 

  • Los presupuestos autonómicos no muestran qué fondos van a los PP.NN.

 

  • Menos aún se puede buscar un flujo económico entre Admin. Central y CC.AA., dado el punto anterior y la nula homogeneidad entre programas.

 

  • Existen documentos oficiales que permiten comparar alguna parte concreta del presupuesto -inversiones-, y que con el tiempo completan sus datos hasta ofrecer una panorámica más o menos completa.

 

  • Se aprecian bajadas de inversión o presupuesto en algunos periodos que, por la falta de datos de algunos Parques, no son del todo fiables.