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En la introducción ya se resaltaba la conservación como idea troncal dentro del concepto de la Red de PP.NN. En cada espacio se desarrollan multitud de programas en este sentido. Pero, ¿están los Parques en buen estado? Y, ¿cómo se hace un seguimiento de esto?

Todas las actividades desarrolladas en el seno de los Parques deben tener un monitoreo que extraiga datos sobre su desarrollo y funcionamiento. Aquí entra en juego el Plan de Seguimiento y Evaluación de la Red de Parques Nacionales, cuyo objetivo es "realizar el seguimiento y la evaluación general de la Red, en particular del cumplimiento y grado de alcance de sus objetivos" (OAPN, p. 21). Si la Red en su definición nace para mantener el "legado" de lo PP.NN. en un buen estado por generaciones, este Plan se crea principalmente para evaluar cómo esto se consigue. El documento es elaborado por el OAPN -como entidad del MITECO-, en colaboración con las CC.AA. y asesorados por el Comité Científico de los Parques Nacionales. Este último organismo sirve de consejero para admins. gestoras y para el OAPN, evaluando los programas que se desarrollan, elaborando informes sobre el estado de conservación de los Parques o sugiriendo indicadores aplicables a los PP.NN. para su seguimiento. Su presencia es necesaria para los análisis ambientales.

 

El Plan, renovado en 2016, cuenta con tres iniciativas de seguimiento: sociológico, ecológico y funcional. Si bien, dentro del segundo se detallan los niveles de cuidado ecológico según hábitats y especies, el apartado más interesante para la investigación es el funcional, que incluye las Memorias anuales del OAPN más un informe de trienal de la situación de la Red, texto este último que mejor aborda la conservación.

Por completo que sea el informe, los datos sobre las amenazas en ciernes no se muestran en relación a cada Parque. Si bien, en general se ve que el impacto del ocio y el turismo afecta a un 80% de los PP.NN., siendo el principal reto, seguido por la presencia de especies exóticas y por los incendios. Aún con esto, en la leyenda de la infografía se resalta que el OAPN no ha tenido acceso a información más que de 12 Parques, poniendo de nuevo el acento en la falta de datos. Además, el estado de los distintos hábitats varía mucho entre Parques, como se puede apreciar en el Gráfico 4 (OAPN, p. 40).  

*OAPN, 2016, "Gráfico 3"

ESTADO DE CONSERVACIÓN DE CADA PARQUE

ESTADO DE CONSERVACIÓN DE CADA PARQUE

Dentro del último de los informes trienales, publicado en 2021 y que cubre el periodo 2017-2019, el apartado que consideramos a continuación está fuera del documento principal. Y es que su Anexo I incluye una ficha para cada uno de los PP.NN., elaboradas a partir de los datos aportados por cada administración gestora y que complementan la información del informe con alusiones a los problemas que afrontan y a las estrategias puestas en desarrollo. El nivel de claridad y la cantidad de explicaciones aportadas varía entre los casos:

 

  • Sobre las Tablas de Daimiel y Garajonay se dan explicaciones concienzudas para resaltar los problemas que sufren, siendo los dos más amenazados. El primero por ser un ecosistema definido por la presencia de agua en una zona de escasez de lluvia, donde se ha producido una "reducción progresiva de los caudales aportados por el río Guadiana hasta su desaparición", junto con un incremento de la presión agrícola afectando esto a los acuíferos. Las Tablas estaban inundadas en 2019 a un 20% de su máximo histórico, afectando a su futuro (OAPN, 2016). Por su parte, Garajonay sufre una tendencia creciente de turistas para un espacio con pocas infraestructuras, incendios recurrentes y un 21% de superficie en estado "desfavorable".

 

  • Luego, se encuentran otros Parques donde apenas se incluye información sobre conservación, como Timanfaya, Cabañeros o Sª de Guadarrama. En los dos primeros se prescinde de explicaciones cualitativas, y en el último no se explican causas, y solo se alude de soslayo a problemas con el pino y otras especies vegetales, o a que se supera la capacidad de acogida.

 

  • Caldera de Taburiente, Islas Atlánticas de Galicia o Monfragüe aportan información correcta y suficiente, hablando de buen estado aunque se alude a problemas particulares (en Canarias se secan humedales; en Galicia es complicado conseguir un balance entre preservar el frágil ecosistema y el turismo; y en el último la aridez afecta a tierra y aguas).

 

  • El resto aportan información suficiente, explican a grandes rasgos qué programas de preservación desarrollan y se encuentran en un buen estado, siempre según datos de las admins. competentes.

PERCEPCIÓN SOCIAL DE LOS PARQUES NACIONALES

PERCEPCIÓN SOCIAL DE LOS PARQUES NACIONALES

El estado de conservación de un entorno natural es una consideración construída en base a datos y registros. Las iniciativas de seguimiento están definidas, dirigidas y financiadas por las CC.AA. en virtud de qué necesita cada Parque y de cuales son sus intereses, según indica el propio Plan de Seguimiento. Por ello, también puede ser interesante contar a su vez con veredictos externos y más subjetivos. 

 

El estudio La Red de Parques Nacionales en la sociedad surge de consultar a distintos colectivos sociales sobre su impresión acerca de estos espacios protegidos, ofreciendo su percepción social. Esta se puede ver bien a partir de los datos de dos tablas en concreto, la número 19 "Evolución del concepto de la Red de Parques Nacionales", y la 21, "Evolución de la valoración de la visita":

 

  • La segunda de ellas, que alude a los visitantes, compara datos de los cursos 2006-2007 y 2015-2016 en más de 15 epígrafes, entre los que figuran “valoración general de la visita”, “cumplimiento de expectativas” y “calidad del paisaje”, que superan el 99% en valoraciones positivas en la encuesta desarrollada, mientras que “conservación de la naturaleza” cuenta con un 97,6%. Todos los indicadores han aumentado tras nueve años.

 

  • Mientras, en la primera se remarcan 20 puntos de los que se decide acotar a aquellos que tratan la opinión de la sociedad sobre el cuidado de la Red a los ecosistemas que engloba. Los epígrafes "conservar la naturaleza de mayor valor”, “conservar una muestra representativa de la naturaleza española” y “regenerar los espacios degradados” cuentan con entre un 87,5 y un 90,5% de respuestas “bien” o “muy bien”. Datos que han empeorado levemente en su conjunto con el paso de los años.

 

 

 

De los resultados se puede esgrimir una particularidad, pues mientras que la noción de los visitantes sobre su estancia en los PP.NN. ha mejorado, se tiene una peor percepción social del estado de conservación. Los documentos de seguimiento esbozan unos PP.NN. en un buen estado general, aunque con excepciones, resaltando las amenazas que sufren y cómo se combaten. La falta de información y que esta dependa de los interesas de las CC.AA. enturbia el buen trabajo vinculado a la conservación y su evaluación en los últimos años. Tanto el Plan de Seguimiento como las memorias de la Red "han incorporado puntos comunes [...], se está trabajando para que tengan un formato similar y comparable" y se pretende recopilar información "de forma más sistemática" para hacer análisis temporales, según el texto del primero. Consideraciones que sería positivo extrapolar, si se pudiera, a los presupuestos.